
Vegetación: El poblamiento vegetal del delta del Ebro, por sus peculiares características, es único en el territorio catalán, no tanto por la rareza de sus comunidades como por su potencial cuantitativo (los últimos catálogos arrojan más de 600 especies). Los saladares o sosales, con plantas muy adaptadas por la sosa concentrada en sus tejidos que les permite mantener una elevada presión osmótica para evitar la desecación, se encuentran, sobre todo, en los puntos de contacto del Delta con el mar, a causa de la salinización producida por la acción directa del mar y la salinidad de la capa freática. En estos salobrares a menudo aparecen dunas, llamadas en la zona tores y muntells, más o menos fijadas por la vegetación. En una primera etapa se encuentran el Barrón (Ammophila arenaria) y la Lechetrezna marina (Euphorbia paralias); posteriormente se diversifica el poblamiento, con un primer anillo de Sporolobus pungens, por encima los lirios de mar (Pancratium maritimum) y en las zonas más elevadas y maduras, Gatuñas (Ononis natrix), la Palma marina (Thymelaea hirsuta), el Erianto (Erianthus ravennae) y, en la zona deltaica septentrional, aparece en la última etapa el raro Limoniastrum (Limoniastrum monopetalum). Fauna: La diversidad de hábitats y el clima húmedo y templado son factores que favorecen la aparición de numerosos invertebrados. Las sanguijuelas eran tan abundantes que en los arrozales era necesario llevar las piernas bien cubiertas y se exportaban por cientos de miles cada año. Han desaparecido algunas especies como el hemíptero Naucoris maculatus, que en el delta recibía el nombre de cutimanya d'aigua, y en cambio se encuentra en expansión el cangrejo de río americano (Procambarus sp). Los mosquitos, los insectos más conocidos y característicos, han llevado, desde 1917, a emprender una lucha sistemática contra el paludismo, endémico en el sector. Dentro de los lepidópteros existen infinidad de especies que atacan a los cultivos, algunas interesantes desde el punto de vista zoogeográfico, como Chilo supressalis, Borbo zelleri o la excepcional presencia de diversas especies de Danaus sp. En los arrozales se encuentran numerosas especies de pequeños e interesantes crustáceos, como Apus cangriformis. Con una base de fauna entomológica tan extensa, los depredadores están bien representados: araneidos como Argiope lobata o numerosos odonatos (Libelula sp, Calopterix sp, etc.). En los atardeceres de verano, nubes de efímeras (Polymitarcis virgo) se precipitan sobre los puntos de luz. Cultura: tradicional del arroz, barracas y otras construcciones rurales.
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